La edición del año 2025 de la Organización de Cooperación de Shanghái tuvo lugar en la ciudad portuaria de Tianjin. En esta ocasión la cumbre acogió a alrededor de 26 líderes mundiales, entre ellos, asistieron los presidentes de Turquía Receep Tayip Erdogan, de la República Islámica de Irán, de Bielorrusia Alexander Lukashenko, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas Antonio Guterres y el secretario general de la ASEAN – Asociación de Naciones del Sudeste Asiático.
A la cumbre también acudieron los mandatarios de Indonesia, Vietnam y Malasia – Tigres asiáticos. A la cita no acude Japón ya que no es miembro de la alianza asiática, pero pensamos que pudiendo asistir como invitado especial no lo hace por el hecho de ser aliado número uno en el Asia – Pacífico de Estados Unidos y ciertamente al no reconocer a China como la potencia regional en Asia. Con toda seguridad su ausencia se debe a la guerra que enfrentó China y Japón en la Segunda Guerra Mundial y que, dicho sea de paso, el miércoles 3 de septiembre se conmemora el aniversario 80 del fin de la Segunda Guerra
Mundial en el Pacífico.
¿Qué es la Organización de la Cooperación de Shanghái OCS?
Es una organización intergubernamental sin una estructura tradicional como la Unión Europea UE, Comunidad Andina de Naciones CAN o Mercosur, esto es, sin una comisión central (poder ejecutivo), parlamento, etc. Su nulo entramado burocrático y aspecto informal hace posible una diplomacia presidencial más efectiva y pragmática donde prima el diálogo y los acuerdos de buena fe.
Es necesario recordar que, China y Rusia son los socios fundadores de la OCS y, junto a Brasil, India y Sudáfrica lo son del BRICS. El PIB mundial del BRICS supera al del G-7 principales economías occidentales: Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia, Canadá, Italia y Japón. A la iniciativa original de la OCS se sumaron 4 repúblicas de Asia Central.
La OCS pasó de 5 miembros a 20 y nuevos Estados asociados en calidad de observadores en 24 años de vigencia, lo cual hace entrever su relevancia en función del aumento de sus redes de comercio intrarregional. Para este año 2025 la OCS representa casi el 25% del PIB mundial. Además, la OCS aglutina el 40% de la población mundial; sólo entre China e India suman 2.800 millones de personas. India dicho sea de paso es la primera democracia del mundo en razón del número de habitantes.
Ante esta panorámica, se podría entender que, la OCS -con sus Estados miembros en aumento- puede ser un legítimo representante del Sur Global conjuntamente con el BRICS – Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica -; y, de facto se constituye en la ONU regional para Asia por su nivel de toma de decisiones, influencia e incidencia: Asia para los asiáticos.
Estas apreciaciones obedecen al mayor protagonismo y ascenso de China en la región y el mundo y, sobre todo al declive de Estados Unidos atribuido según el presidente republicano Donald Trump a las administraciones demócratas, principalmente a la última, de Joe Biden.
Lamentablemente en el caso europeo – el Viejo Continente afronta serios y severos problemas culturales (islamización), económicos (efecto boomerang de las sanciones en contra de Rusia), recesión, inflación; demográficos (baja tasa de natalidad); xenofobia (antimigración).
En suma, la pujante influencia de China en la geopolítica global y su rol como Estado fundador de la OCS demuestra un evidente poder de convocatoria a los Estados del Sudeste Asiático, de tal forma que, se constituya en contrapeso a las organizaciones intergubernamentales occidentales y configure un nuevo re-equilibrio de fuerzas, poderes e influencia en Asia que define dos bandos: Estados Unidos, Reino Unido, Unión Europea (Occidente) versus China, Rusia y la OCS – ASEAN (Oriente). Cabe mencionar que, los nuevos polos de desarrollo a nivel mundial se concentran en: Asia – Pacífico y el Indo – Pacífico.
Hegemonía y proteccionismo estadounidense
El gran desafío para la Casa Blanca es recuperar espacios de poder en Asia. La actual administración republicana ha sido frontal en sus acusaciones al mandato de Joe Biden en los asuntos de política exterior, principalmente. Algunas estimaciones señalan que el intento de aislar a Rusia del comercio global en Occidente condujo a que el país eslavo se enfoque en Asia para concentrar sus exportaciones a través de la OCS a escala regional y mediante el BRICS a escala global. Es necesario señalar que el 60% del territorio ruso ocupa todo el norte asiático.
Asimismo, es necesario resaltar que el comercio intrarregional asiático está contribuyendo a una dinámica permanente para eludir el uso del dólar; una medida forzosa a la que se vio obligada Rusia por efectos de las sanciones occidentales y su desconexión del sistema SWIFT de pagos. La ex secretaria del Tesoro de Estados Unidos Janet Yellen hace tres años señaló que la hegemonía del dólar será de 25 años, si no es menos.
De otra parte, es importante señalar que, ante la política arancelaria de Trump – esto es, el incremento de aranceles para compensar sus balanzas deficitarias -, los países asiáticos han considerado conveniente y pragmático extender y profundizar sus relaciones comerciales con China. El gigante asiático, hoy por hoy es la primera economía del mundo y motor del comercio mundial junto a Estados Unidos. Sin embargo, es evidente que existe un desplazamiento de los talleres internacionales a Vietnam, Camboya y Bangladesh por su mano de obra aún más barata.
Es evidente que Estados Unidos ha empleado el unilateralismo y el multilateralismo en función de sus intereses nacionales y, ahora China juega con sus mismas reglas. ¿El punto de partida? Su ingreso a la Organización Mundial de Comercio OMC a inicios del Siglo XXI.
En el actual panorama internacional, la hegemonía de Estados Unidos choca con el multilateralismo – multipolarismo en ciernes con el BRICS y la OCS. En ambos foros, China aumenta su bien ganado prestigio e influencia internacional y sobre todo da un impulso fuerte y acelerado en favor del Proyecto de la Nueva Ruta de la Seda. Como reacción natural a aquello, el mandatario estadounidense Donald Trump anunció que impondrá más aranceles a los países del BRICS que desafíen su hegemonía monetaria – uso del dólar estadounidense.
Acuerdos y tendencias globales
Los países miembros de la OCS continuarán usando sus propias monedas como consecuencia de las sanciones de Occidente contra Rusia por la guerra en el este de Ucrania y ante la política arancelaria de Trump. Sin la menor duda, aquello acelerará el desplazamiento del dólar como moneda de reserva – confianza número 1 en el mundo a mediano plazo.
China ha demostrado una vez más su capacidad de liderazgo regional y global y, sobre todo, poder de convocatoria en su zona de influencia – Asia. Pese al difícil equilibrio regional China e India se unen luego de 6 años de distanciamiento para enfrentar juntos los nuevos desafíos a los problemas globales. En consecuencia, China – India (caso de Cachemira), India – Pakistán pese a tener problemas limítrofes están obligados a convivir y mejorar sus relaciones políticas por los actuales desafíos globales.
China e India, según sus jefes de Estados son socios, no rivales, y que, metafóricamente hablando el elefante y el dragón deben llevarse bien en alusión a sus emblemas nacionales; ante problemascomunes, soluciones comunes. Ejemplo: La política arancelaria – sancionatoria de Donald Trump. Cabe acotar que, China e India compran hidrocarburos a Rusia y lo reexportan a Europa, lo cual contribuye a contener la inflación.
Entre los acuerdos de la Cumbre de 2025 se habló de una inyección de 280 millones de dólares en subvenciones y se enfocan en múltiples aspectos como el comercial y de seguridad. Dicha alianza fomenta la cooperación, promueve el desarrollo común. El líder chino Xi Jinping ha señalado que comparten oportunidades y aspiran a la estabilidad y una gobernanza global pacífica. Así se moldea la OCS como una alternativa a la hegemonía y el proteccionismo de Estados Unidos desde Asia. En consecuencia, la OCS se consolida como el contrapeso a los países occidentales.
Adicionalmente, la OCS y el BRICS, refuerzan el Orden Mundial Multipolar, conocido también como: Orden Mundial Alternativo; Orden Mundial Multicéntrico, Orden Mundial Policéntrico, Orden Mundial Antihegemónico, Orden Mundial Multilateral. En suma, refuerzan las relaciones multilaterales y proveen estabilidad y previsibilidad a los Estados miembros que la integran.
Contrariamente a lo que se menciona que la OCS es un foro simbólico, se debe tomar con seriedad el hecho de que, los Estados que la integran trazan la hoja de ruta para la región y su posición en el gran tablero geopolítico global. La agenda nacional china como la Nueva Ruta de la Seda de China será ampliada y profundizada a través de la OCS. No olvidemos que, las grandes potencias como China, Rusia e India -antiguos imperios tienen enfoques geopolíticos y toman acciones y decisiones en consecuencia.
Finalmente, un hecho que no escapa al estudio geopolítico es el hecho de que el presidente ruso Vladímir Putin no está aislado en el mundo, goza del apoyo y respaldo del continente asiático y, ninguna sanción o restricción occidental tiene efecto en su contra.
Abogado & Máster en Relaciones Internacionales. Docente de Geopolítica, Sociología y Realidad Nacional en la Escuela Superior Militar “Eloy Alfaro”.
Instructor de Geopolítica contemporánea en la Universidad de las Fuerzas Armadas – ESPE. Profesor de Maestría en Geopolítica contemporánea en la Academia de Guerra del Ejército – Universidad de las Fuerzas Armadas ESPE.
Conferencista de la Academia de Guerra Aérea AGA de la Fuerza Aérea Ecuatoriana FAE. Autor del libro “Realpolitik. El orden mundial detrás del conflicto en el este de Ucrania” publicado bajo el sello Editorial Planeta.
Fuente: Reporte Asia