Según consigna Kyodo News, China levantó el domingo su prohibición a las importaciones de mariscos japoneses impuesta en agosto de 2023 tras el vertido al mar de aguas residuales radiactivas tratadas de la averiada central nuclear de Fukushima.
Pekín introdujo la prohibición general como muestra de su firme oposición al vertido al océano de estas aguas tratadas. Los vecinos asiáticos acordaron iniciar los trámites para reanudar las importaciones de mariscos japoneses en mayo, pero podrían pasar algunos meses hasta que se inicien los envíos una vez completados los trámites.
La medida aparentemente refleja el interés de China en mejorar sus relaciones con Japón en un momento en que se encuentra enfrascada en una guerra comercial con Estados Unidos. Las autoridades aduaneras chinas declararon en un comunicado público que el monitoreo internacional a largo plazo del vertido de agua y el muestreo independiente realizado por China no mostraron anomalías.
Con la premisa de que el gobierno japonés está comprometido a garantizar la calidad y seguridad de las exportaciones de productos del mar a China, Beijing decidió «reanudar condicionalmente» las importaciones, dijeron las autoridades.
Sin embargo, China mantendrá las restricciones a las importaciones de alimentos de 10 prefecturas japonesas, incluidas Fukushima y Tokio, que se impusieron después del terremoto y tsunami de marzo de 2011 que desencadenaron el desastre nuclear.
Para reanudar las exportaciones de productos del mar con destino a China, las instalaciones japonesas que procesan y conservan productos marinos deben estar registradas, mientras que los productos deben pasar controles de radiación.
En septiembre del año pasado, ambos gobiernos acordaron reanudar gradualmente el comercio de productos del mar con la condición de que terceros países supervisaran la liberación de agua de la planta nuclear.
Tras el acuerdo, China recogió muestras marinas cerca de la planta de Fukushima en el marco del Organismo Internacional de Energía Atómica.
Fuente: Reporte Asia