En un anuncio que marca un antes y un después para la conectividad aérea de Sudamérica, Argentina y China estarán unidas por primera vez a través de un vuelo directo, operado por la aerolínea China Eastern Airlines. La ruta, que comenzará a funcionar en diciembre de 2025, unirá Shanghái con Buenos Aires con una escala técnica en Auckland, Nueva Zelanda, y tendrá dos frecuencias semanales.
El anuncio se realizó oficialmente el 18 de junio de 2025, y contó con la presencia del primer ministro neozelandés, Christopher Luxon, y el presidente de la aerolínea, Wang Zhiqing, lo que demuestra el peso geopolítico y estratégico de la medida.
La conexión será realizada mediante aviones Boeing 777, y representa no sólo un avance logístico para viajeros y empresarios, sino también una apuesta por reforzar los lazos bilaterales entre Argentina y China, que en los últimos años han crecido en el plano comercial, tecnológico y cultural.
Hasta ahora, los vuelos entre Argentina y China implicaban escalas en ciudades como Madrid, Estambul o Nueva York, lo que extendía los tiempos de viaje a más de 30 horas. Con esta nueva ruta —bautizada como “Corredor Sur”—, se ofrece una alternativa más ágil, directa y con menor riesgo geopolítico, al evitar zonas de conflicto o con alta congestión aérea como Europa del Este o Medio Oriente.
Un punto clave que facilitará el tránsito por Auckland es que, desde noviembre de 2025, los ciudadanos chinos no necesitarán visa de tránsito para ingresar temporalmente a Nueva Zelanda. Solo deberán gestionar el NZeTA (Autoridad de Viaje Electrónica), lo que reduce costos y tiempos de gestión para los viajeros.
Desde el Gobierno argentino, aún no hubo pronunciamiento oficial, pero fuentes del sector turístico y empresarial celebran la iniciativa. «Esto no es solo un vuelo: es una puerta directa a inversiones, turismo y cooperación educativa y científica con el país más poblado del mundo», señalaron desde la Cámara de Comercio Argentino-China.
En 2019, más de 50.000 turistas chinos visitaron Argentina, una cifra que cayó drásticamente durante la pandemia. Con esta nueva conexión, se espera una fuerte recuperación del flujo turístico, además de una mejora en la logística para importadores y exportadores.
El nuevo corredor Shanghái-Auckland-Buenos Aires abre una vía inédita entre Asia Oriental y el Cono Sur, y se perfila como una herramienta estratégica para estrechar la relación entre ambos países en un momento donde el mundo mira con atención a las nuevas alianzas globales.