En un nuevo gesto de protagonismo diplomático en Oriente Medio, el canciller chino Wang Yi mantuvo este lunes conversaciones telefónicas con sus pares de Irán, Abbas Araghchi, y de Turquía, Hakan Fidan, en las que reafirmó la postura de Pekín frente a los conflictos regionales.
Durante el diálogo con Araghchi, Wang expresó el apoyo de China a los esfuerzos de Irán por “salvaguardar su soberanía y seguridad nacionales”, al tiempo que llamó a alcanzar un alto el fuego genuino y restaurar cuanto antes la vida cotidiana de la población civil afectada por la violencia.
Más contundente fue su mensaje al jefe de la diplomacia turca, Hakan Fidan, con quien coincidió en que la raíz de los conflictos en Oriente Medio es la cuestión palestina. En ese marco, Wang criticó abiertamente el uso de la fuerza por parte de Estados Unidos e Israel, y subrayó la necesidad urgente de reimpulsar la solución de dos Estados como vía legítima hacia la paz duradera.
La intervención china se enmarca en una estrategia más amplia de posicionamiento global, en la que el gigante asiático busca afianzarse como mediador clave en escenarios de tensión internacional.
