Misión de China llega a Buenos Aires

En un momento donde América Latina vuelve a situarse en el centro de las tensiones geopolíticas, una misión comercial integrada por 15 altos funcionarios y ejecutivos de empresas líderes de China arribará esta semana a Buenos Aires. El objetivo: profundizar los vínculos económicos con Argentina, renovar acuerdos clave y marcar presencia en sectores estratégicos como energía, infraestructura, agroindustria, transporte y tecnología.

La delegación, encabezada por Ren Hongbin, actual secretario del Partido Comunista Chino, llega con el respaldo del Consejo Chino para la Promoción del Comercio Internacional (CCPIT) y la Cámara de Comercio Internacional de China (CCOIC). Se trata de un gesto contundente por parte de Beijing, que en medio de la guerra comercial con Washington y frente a la renovada presencia norteamericana en la región, reafirma su compromiso con uno de sus socios más relevantes del Cono Sur.

China y Argentina: una relación que desafía las presiones externas

La visita se produce a pocos días de los recientes encuentros entre el gobierno argentino y altos funcionarios de Estados Unidos, como Scott Bessent, secretario del Tesoro, y el jefe del Comando Sur, Alvey Hosley, quienes vinieron a garantizar el respaldo de Washington al gobierno de Javier Milei. Sin embargo, pese a las señales de cercanía con la Casa Blanca, la relación con China no muestra signos de enfriamiento.

Una muestra concreta fue la reciente renovación por parte del Banco Popular de China del tramo activo del swap por 5.000 millones de dólares, una herramienta clave para sostener las alicaídas reservas internacionales del Banco Central argentino. En este contexto, el arribo de la misión comercial no solo representa oportunidades de inversión, sino también un mensaje de continuidad.

Agenda y acuerdos: más que negocios, una estrategia de influencia

Uno de los momentos más esperados será el encuentro con empresarios locales y representantes de la Cámara de Asia, presidida por Rallys Pliauzer, donde se renovará un acuerdo de cooperación bilateral firmado originalmente en 2016. El evento, que incluirá un cóctel protocolar, contará con la participación de compañías de peso en la economía argentina como Bagó, Molino Cañuelas, Biosidus, ICBC y el estudio jurídico Marval.

Pero detrás del protocolo, se mueven intereses concretos. Entre las firmas que componen la comitiva sobresalen nombres como la Power Construction Corporation of China, responsable del Parque Solar Caucharí en Jujuy —uno de los proyectos de energía renovable más ambiciosos del país— y la China Railway Construction Corporation (CRCC), que tiene participación activa en la modernización del sistema ferroviario de cargas, pieza clave para la competitividad argentina.

Una apuesta a largo plazo con mirada regional

El interés chino en Argentina no es nuevo, pero ha adquirido una nueva dimensión en la última década. Desde el financiamiento de represas y trenes hasta el desembarco en sectores como litio, tecnología 5G y agroindustria, el vínculo entre ambos países se ha convertido en una alianza estratégica de múltiples capas.

La visita de esta semana parece confirmar que, más allá del vaivén ideológico de los gobiernos, China mantiene una política exterior pragmática, constante y de largo plazo en América Latina, donde Argentina ocupa un lugar especial. En simultáneo, el gigante asiático también avanza en la consolidación del puerto de Chancay en Perú —una terminal clave dentro de la Iniciativa de la Franja y la Ruta— y en acuerdos de infraestructura con Brasil y Chile.

Con esta misión, Beijing reafirma su voluntad de competir, con diplomacia económica y cooperación tecnológica, por el corazón productivo del sur latinoamericano.

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