El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva llegó este lunes a Beijing para iniciar una visita de Estado de cinco días, con una agenda cargada de objetivos económicos, tecnológicos y diplomáticos. Su arribo marca un nuevo capítulo en la relación entre China y Brasil, en un momento en el que América Latina vuelve a cobrar centralidad en la política exterior del gigante asiático.
Lula fue recibido con honores por autoridades del gobierno chino en el Aeropuerto Internacional de la Capital, y se espera que durante su estadía mantenga reuniones bilaterales con el presidente Xi Jinping, además de participar en foros económicos, encuentros con empresarios e instancias multilaterales ligadas a los BRICS.
Comercio, transición energética y multipolaridad
La visita de Lula busca consolidar a China como el principal socio comercial de Brasil, relación que ya supera los 150.000 millones de dólares anuales. Entre los temas centrales de la agenda figuran la cooperación en energías renovables, infraestructura, inversiones tecnológicas y acuerdos en el marco de la Nueva Ruta de la Seda, a la que Brasil podría integrarse formalmente.
Además, el presidente brasileño llega con una fuerte narrativa a favor de la multipolaridad internacional y de la desdolarización del comercio global, posiciones que encuentra eco en Beijing. No se descarta que en los próximos días se anuncien nuevas operaciones bilaterales en yuanes, profundizando un camino que ya ensayaron Rusia, Irán, Argentina y otros países emergentes.
Un mensaje geopolítico
Más allá de lo económico, el viaje tiene una carga simbólica y política: se produce en un contexto de tensiones globales crecientes, con Estados Unidos intentando contener la influencia china en diversas regiones, incluido el cono sur. La visita de Lula, que ya fue postergada en 2023 por razones médicas, es observada con atención en Washington y Bruselas.
El presidente brasileño ha insistido en posicionar a su país como mediador global, especialmente en conflictos como el de Ucrania, y en promover una reforma del sistema financiero y político internacional. En ese marco, su acercamiento con China se interpreta como parte de una estrategia para redefinir el rol de América Latina en el escenario global.
Próximos pasos
Durante su estancia, Lula también visitará Shanghái, donde participará en un foro de empresas tecnológicas y se reunirá con ejecutivos de Huawei, BYD y State Grid, compañías que ya tienen fuerte presencia en Brasil. En paralelo, se esperan anuncios sobre cooperación en inteligencia artificial, agricultura sostenible y conectividad digital.