El puerto de Tianjin, uno de los más importantes del norte de China, está marcando el rumbo hacia la automatización total de sus operaciones, en un ambicioso plan que lo posiciona como modelo global de eficiencia, tecnología y sustentabilidad.
Una imagen captada por dron el pasado 19 de junio de 2025 muestra un paisaje futurista: robots de transporte inteligentes se desplazan con precisión por las terminales de contenedores, sin intervención humana directa. Este avance forma parte de la transformación digital que impulsa China en sus principales nodos logísticos, en busca de puertos inteligentes y ecológicos.

Tecnología al servicio de la logística
Según datos oficiales, el puerto ya logró una cobertura total de operaciones inteligentes en sus terminales tanto de contenedores como de graneles. La automatización de los equipos de carga pesada supera el 88%, y la eficiencia promedio de las operaciones aumentó un 15%, lo que representa una mejora sustancial en tiempos de carga, descarga y tránsito de mercancías.
Este nivel de automatización incluye:
- Grúas controladas por inteligencia artificial.
- Vehículos autónomos de transporte de contenedores.
- Sistemas de gestión en la nube para coordinar tráfico interno y externo.
- Infraestructura alimentada por energía renovable.

Un modelo que mira al futuro… y al planeta
La apuesta de Tianjin no solo apunta a ganar en eficiencia operativa, sino también a reducir la huella de carbono y avanzar hacia un modelo de puerto verde, en línea con las políticas nacionales de descarbonización impulsadas por Beijing.
“Queremos que Tianjin sea una referencia global en automatización, pero también en sostenibilidad”, señalaron desde la administración portuaria.
El puerto opera como puerta clave de entrada y salida comercial del norte de China, conectando con más de 800 puertos en 200 países, y su modernización impacta directamente en las cadenas de suministro globales.
Implicancias para América Latina
Para países como Argentina y Brasil, que mantienen un volumen creciente de comercio con China, el avance de puertos inteligentes como Tianjin implica mayor previsibilidad, menores tiempos de espera y trazabilidad avanzada en las operaciones logísticas, un aspecto clave para exportadores de alimentos, litio o productos industriales.