China baja impuestos para atraer inversiones extranjeras

En un nuevo intento por reforzar su atractivo como destino de capitales internacionales, China anunció un incentivo fiscal clave para inversores extranjeros: una deducción del 10% en el impuesto a las sociedades para quienes reinviertan dividendos en el país.

La medida, publicada el pasado 30 de junio por las autoridades financieras, fiscales y comerciales de Beijing, estará vigente entre el 1 de enero de 2025 y el 31 de diciembre de 2028, y forma parte de un paquete de reformas para estimular la inversión directa extranjera (IED) en sectores estratégicos.

Según lo comunicado, los inversores que reinviertan dividendos obtenidos de empresas chinas podrán deducir hasta el 10% del impuesto corporativo correspondiente, una herramienta que busca fomentar la capitalización interna en lugar del giro de utilidades al exterior.

Las reinversiones pueden destinarse a:

  • Aumentos de capital social en empresas existentes
  • Creación de nuevas firmas residentes
  • Adquisición de acciones de empresas chinas, siempre que las operaciones no involucren partes relacionadas

Este beneficio aplica exclusivamente a compañías que operan en sectores incluidos en el “Catálogo de Industrias Fomentadas para la Inversión Extranjera”, el documento oficial donde Beijing detalla las ramas industriales estratégicas que buscan atraer capital internacional. Este catálogo incluye áreas como energías renovables, manufactura avanzada, automoción eléctrica, inteligencia artificial, servicios logísticos modernos, entre otras.

Una de las particularidades más destacadas de la nueva política es su aplicación retroactiva: los inversores que hayan realizado reinversiones calificadas desde el 1° de enero de 2025 hasta la fecha del anuncio podrán solicitar los beneficios con efecto retroactivo.

Además, las deducciones podrán acumularse y trasladarse si no se utilizan en su totalidad en el ejercicio fiscal correspondiente, y se respetarán las tasas preferenciales establecidas en tratados fiscales bilaterales, lo cual beneficia a numerosos países con convenios vigentes con China.

Con este anuncio, China busca reanimar la inversión extranjera directa, que en los últimos años ha mostrado cierta desaceleración en medio de tensiones geopolíticas, competencia regional y reconfiguración de cadenas de suministro.

“Es un mensaje claro para los inversores globales: China quiere capital, pero también compromiso a largo plazo”, señalan analistas económicos.

En este contexto, Argentina y otros países emergentes podrían encontrar una ventana de oportunidad para posicionar empresas en sectores promovidos por el gigante asiático, ya sea como proveedores, socios tecnológicos o plataformas de intercambio.

Comparte

spot_img

Popular