Shenzhen rompe récords: ya es la capital del comercio exterior en China

La ciudad de Shenzhen, al sur de China, consolidó su liderazgo en comercio exterior al alcanzar un volumen de 2,17 billones de yuanes (equivalentes a unos 303.400 millones de dólares) en el primer semestre de 2025. La cifra la convierte nuevamente en la ciudad con mayor volumen de comercio exterior de la China continental, según informó la Aduana local.

Ubicada en la provincia de Guangdong, Shenzhen es reconocida por ser uno de los principales motores económicos del país y un emblema del desarrollo tecnológico y la apertura comercial. En este primer semestre, las exportaciones ascendieron a 1,31 billones de yuanes, mientras que las importaciones totalizaron 858.860 millones, demostrando un crecimiento sostenido a pesar de un contexto global desafiante y las altas bases de comparación del año anterior.

Uno de los datos más destacados del informe es el rol preponderante del sector privado, que aportó un 69,8% del comercio total, con un volumen de 1,51 billones de yuanes. Este dato refuerza la tendencia de los últimos años en los que las empresas privadas chinas han ganado peso en el comercio global, sobre todo en rubros tecnológicos.

Shenzhen mantiene una red comercial altamente diversificada. Entre sus principales socios se destacan la ASEAN (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático), Hong Kong, Taiwán, además de la Unión Europea, Estados Unidos, Japón, Corea del Sur, India, Reino Unido y México.

Este dinamismo evidencia no solo el rol estratégico de Shenzhen dentro del comercio chino, sino su capacidad de adaptarse a cambios geopolíticos y restricciones comerciales internacionales.

La estructura del comercio exterior de Shenzhen sigue centrada en productos de alto valor tecnológico, en línea con su perfil de ciudad innovadora. Las exportaciones estuvieron lideradas por productos mecánicos y eléctricos, principalmente computadoras, circuitos integrados y baterías, mientras que las importaciones se concentraron también en componentes electrónicos, lo que da cuenta de un ciclo industrial basado en la manufactura de alta complejidad.

Desde su transformación en zona económica especial en la década del ’80, Shenzhen ha pasado de ser un pequeño pueblo pesquero a convertirse en una megaciudad con liderazgo en innovación, manufactura avanzada y comercio internacional. Su ejemplo es observado atentamente por otras regiones de China y también por países en desarrollo que buscan modelos de crecimiento basados en la tecnología y la apertura comercial.

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