El creciente interés de la juventud china por su patrimonio cultural está marcando una nueva tendencia en la sociedad del país asiático. Gao Zheng, curador del Museo Nacional de China, destacó que más del 62 % de los visitantes en 2024 tienen menos de 35 años, reflejando un notable giro hacia la revalorización de la cultura autóctona.
Museos como destino popular
El Museo Nacional de China, con sede en Beijing, ha experimentado una demanda sin precedentes. Durante las vacaciones de verano, un promedio de 1,6 millones de personas compitieron por los 26.000 boletos disponibles cada día. Incluso en temporada baja, las solicitudes de entrada alcanzan las 520.000 diarias, evidenciando que los museos se han convertido en una opción de ocio favorita.
Un país que abraza su herencia
En respuesta al interés creciente por la cultura nacional, China inauguró 268 nuevos museos en 2023, elevando el total a 6.833 instituciones. Este esfuerzo es parte de una política cultural inclusiva, ya que más del 90 % de los museos ofrecen entrada gratuita. Durante ese año, los museos chinos registraron 1.290 millones de visitas, consolidándose como centros de aprendizaje y disfrute cultural.
El atractivo de la diversidad cultural
Aunque las exhibiciones del Museo Nacional se centran en los 5.000 años de historia y tradiciones chinas, también incluyen muestras internacionales, lo que amplía su atractivo. Actualmente, destacan exposiciones sobre la antigua Grecia, banquetes rusos y obras del maestro italiano Caravaggio. Esta oferta diversa ha contribuido a atraer tanto a jóvenes interesados en su cultura como a quienes buscan explorar otras perspectivas.
La juventud como guardiana del legado
El fenómeno no solo refleja un cambio en las preferencias de ocio, sino también un profundo interés por conectarse con las raíces culturales. La juventud china se posiciona así como un puente entre la rica historia del país y su proyección hacia el futuro, demostrando que el patrimonio cultural sigue siendo una fuente de inspiración y orgullo en el siglo XXI.
Con esta tendencia, el sector cultural de China sigue innovando para conectar a las nuevas generaciones con su herencia, reforzando los lazos entre el pasado y el presente.

