La Laguna La Saladita, en Sarandí, Avellaneda, se transformó el sábado 26 de abril en un escenario de color, ritmo y destreza durante una nueva edición de la competencia de Botes del Dragón. Desde las primeras horas de la mañana hasta las 17, decenas de participantes y familias se acercaron a disfrutar de una jornada que fusionó deporte, cultura y vida al aire libre.
La disciplina, de raíces milenarias en China, combina tradición y exigencia física en embarcaciones ornamentadas con cabezas de dragón. Cada bote, tripulado por remeros, un tamborilero que marca el ritmo y un timonel que guía la dirección, ofreció un espectáculo vibrante de coordinación y fuerza sobre el agua, acompañado por el inconfundible sonido de los tambores.
Más que una competencia deportiva, el evento fue una auténtica celebración comunitaria. Hubo música en vivo, puestos gastronómicos y actividades recreativas para todas las edades, en una jornada que ni siquiera las ráfagas típicas del otoño bonaerense lograron opacar.
La renovada Laguna La Saladita, convertida en los últimos años en un polo de recreación y deportes acuáticos, se consolidó como el espacio ideal para este tipo de eventos que promueven el deporte inclusivo y el encuentro multicultural.
Con cada brazada y cada tamborazo, quedó demostrado que la pasión por el remo y el espíritu de equipo que representan los Botes del Dragón siguen creciendo en Argentina, en una muestra más del fuerte lazo cultural que une a nuestro país con la tradición china.

